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  • ¿Por qué es tan difícil parar?: Deja de culparte por descansar.

    ‍"Ocio, libertad, exención, libre de deberes, inmunidad ganada por el servicio". Estas son las palabras asociadas a "vacaciones" según algunas personas. Las vacaciones nos permiten "estar en liberación, en ocio, dejar, abandonar". Del latín "vacare", significa "estar desocupado". Rara vez estoy desocupada. De hecho, me parece un estado muy difícil de alcanzar. Soy una pensadora asociativa, lo que significa que suelo tener varias líneas de pensamiento en marcha a la vez. Soy psicoterapeuta con una consulta activa, lo que significa que tengo una responsabilidad constante con mis consultantes respecto a las dimensiones más personales de sus vidas. Soy pareja, coordinadora de programas en una importante ONG y cuidadora y, lo admito, me preocupo mucho en esos frentes, sobre todo mientras pasamos por algunos retos en salud y en decisiones de cambio. Tengo mi proyecto personal que, del mismo modo, requiere mucha atención y cuidado, especialmente a medida que crecemos. Y tengo a mi comunidad: tu haces parte de ella. Así que cuando me propuse tomarme unas "vacaciones de verdad" a final de 2023, me propuse volver a conectar con mi sentido creativo. Pensaba escribir sobre ello en esta misma nota dirigida a ti, después de todo, el "la escritura creativa" es uno de mis temas favoritos. El escribir es un campo infinito de creatividad. Nos permite asumir riesgos con seguridad, aprender nuevas habilidades y conectar con nosotros(as) mismos(as) y con los demás. Pero, en este momento, no me siento conectada con el tema. Y me siento un poco culpable por esa falta de conexión. Mis vacaciones me llevaron a pueblos hermosos y horas de carretera. Hablé mucho y algo escribí; pero me invadió una sensación de distancia, no la que se produce al viajar lejos de casa, sino la que te hace sentirte distante de ti mismo(a). Aunque mi entorno había cambiado, el trabajo y el hogar seguían ocupándome. Además, teníamos ante nosotros una crisis: Derrumbes en las vías, fuertes lluvias y temas de seguridad, lo que se ha convertido en una tragedia demasiado común en todo el mundo. Vayas donde vayas, las vacaciones siempre conllevan una elección: ¿quieres seguir conectado al mundo y a sus realidades o quieres desconectar y simplemente estar presente donde estás? Sin embargo, cuando el lugar al que has ido de vacaciones está en crisis, esas dos opciones se funden y hay que tomar una nueva decisión. ¿Intento ayudar? ¿Hago las maletas y me voy a casa? Pronto descubrí que mi hogar uno pasado por el frío y el otro por situaciones de salud de mi mamá y papá, también estaba en crisis. El auto se convirtió en un espacio diferente, una nave entre continentes en conflicto. Mi mente también estaba entre estados. Estaba descansando despreocupadamente y, de repente, una sacudida de preocupación me envolvía. Nos dijeron que no había mucho que pudiéramos hacer para ayudar, que intentáramos relajarnos. Pero yo no sabía cómo. En mi vida ocupada, a menudo tengo que justificar las vacaciones, sobre todo cuando duran más de una semana. En mi vida europea, es un pecado trabajar durante todo el mes de agosto. Cuando tomé tiempo para "desconectar", me dije: "Vamos, Carolina. Hasta Dios descansó el séptimo día, no hace falta justificación". Pero, ¿cómo se puede descansar en un momento así (temas familiares, temas sociales, temas ambientales)? Cuando la crisis nos rodea, el descanso y la creatividad pueden parecer autoindulgentes, pero ambos son ingredientes esenciales de nuestra fuerza vital, lo que algunas terapeutas llaman "Erotismo". Puede sonar trivial o incluso ofensivo en este contexto, pero por favor, tengan paciencia conmigo mientras elaboro este pensamiento: Creo que permanecer conectados a esa fuerza vital nos prepara para manejar las cosas de las que necesitamos un descanso -ya sean las crisis del hogar, del trabajo o de nuestro planeta-, de modo que podamos volver a estas luchas repuestos y un poco más fuertes. Tomar tiempos de descanso "real" es muy difícil. Acá algunas razones: Porque hemos crecido en contextos de mucha inequidad, presión y trauma social que hacen que parar sea insostenible Porque hemos crecido en contextos en los que nuestros cuidadores y cuidadoras nunca tomaban tiempo de descanso Porque nos relacionamos en contextos que premian el estar en actividad todo el tiempo a costa del autocuidado, el respeto y el cuidado colectivo Porque nuestro sistema nervioso se "acostumbró" a vivir en respuesta crónica de estrés y supervivencia de tal manera que cuando para es "peor" y la sensación de culpa o síntomas como dolor de cabeza incluso se hace presente Porque carecemos de redes de apoyo y relaciones de cuidado en el que la carga de tareas sea justa, compartida y equitativa Porque hemos crecido en contextos en los que hemos sido sólo reconocidos por lo que hacemos y no por lo que sentimos y nos cuestionamos Por nuestro rol de género y liderazgo en las relaciones interpersonales Por muchos más motivos... Esas mini "vacaciones" de las que te hablo, me dejaron pensando esto y estas preguntas que te quiero compartir: ¿Cómo te relajas? ¿Qué te ha enseñado tu cultura sobre las pausas? ¿Se juzga o se fomenta? ¿Las pausas tienen un valor intrínseco para ti o se ven como un hueco entre dos tareas? ¿Prefieres irte de vacaciones solo(a), con amigos(as) o familiares, o con un grupo de desconocidos(as)? ¿Cuáles son las mejores vacaciones que has tomado y por qué? ¿Qué has aprendido de ti mismo(a) gracias a las vacaciones? ¿Cuáles son las próximas vacaciones que te gustaría tomar? En Ella Migra seguimos en el compromiso de apoyarte emocionalmente. No dudes en escribirnos si tienes una historia que contarnos sobre esto. Te recomiendo que revises más post de este tema AQUÍ Te abrazo y te espero en nuestros espacios terapéuticos. ¿Viste los últimos videos? Descúbrelos aquí. Carolina Psicoterapeuta

  • Distimia o depresión: Aprende la diferencia.

    La deresión es una condición compleja y multicausal que resulta de la interacción de condiciones emocionales, afectivas, sociales, culturales, neuroquímicas y biopsicosociales. Puede implicar mucho sufrimiento emocional y un deterioro paulatino de la calidad de vida personal y social de quien la experimenta. La depresión es una condición real con la que muchas personas alrededor del mundo conviven siendo una de las 3 primeras causas de incapacidad laboral, deserción escolar y hospitalización psiquiátrica en el mundo de acuerdo con la OMS; hay que decir que son especialmente las mujeres quienes son diagnosticadas con esta condición. Pero vamos a entenderla un poco más…. ¿Qué es la depresión? La depresión es un constructo con múltiples significados que se atribuyen desde el ámbito psicológico y psiquiátrico, pero también desde el filosófico, literario y sociocultural. En la depresión se refleja el devenir humano, la historia de las relaciones en las que la persona ha vivido y se desenvuelve y la dificultad que la persona experimenta en sus relaciones con el mundo; un mundo relacional que puede ser muy limitado en términos de prácticas de cuidado, contención y validación emocional. En las múltiples "caras" de la depresión observamos un mismo trasfondo: la tristeza, expresada como la incapacidad para disfrutar de las "cosas de la vida" y sobre todo, para "construir" un futuro. La persona en condición depresiva "no tiene futuro", sólo tiene un presente y un pasado, que constituyen una historia congelada, su historia de la depresión. Independientemente de sus recursos económicos, algunas personas en esta condición no encuentran gozo ni suficiencia en lo que viven. Desde el punto de vista médico/psicopatológico/psicoterapéutico, podemos hablar de multitud de depresiones ( adaptativas, reactivas, endógenas, mayores , leves , moderadas , graves, bipolares, unipolares, distímicas, postpsicóticas, disforias...). Desde estos lugares se concibe a la depresión como un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración. La depresión corresponde a su vez, a una serie de condiciones neuropsicológicas (unipolar y bipolar), que puede comprender sintomatología psicótica, tanto en el cuadro agudo como en los periodos inter-críticos, e involucra el funcionamiento del área cortical frontal y sus circuitos principales (amígdala, hipocampo, tálamo, circuito límbico). Todas estas explicaciones de la depresión son precisamente eso, aproximaciones y construcciones teóricas e hipotéticas de lo que observamos cuando ante nosotros tenemos un individuo deprimido. El riesgo de estas visiones es la posibilidad de que se conviertan en "realidades observables", rígidas y que anticipen las cualidades y cantidades medibles de aquello que tenemos ante nuestros ojos, confirmando nuestras visiones apriorísticas y dirigiendo nuestra actuación hacia intervenciones que enajenen a los pacientes de sus propias historias, así como de sus posibilidades de creación en el encuentro terapéutico de historias alternativas. Distimia: ¿Cómo diferenciarla de la depresión? La tristeza es un sentimiento que podemos experimentar en cualquier momento, pero cuando esta persiste en el tiempo e influye en nuestro estado de ánimo, puede desencadenar una serie de síntomas relacionados con la depresión, como falta de energía, baja autoestima, insomnio, problemas de concentración y poco interés por las cosas cotidianas. Sin embargo, existe un trastorno depresivo persistente que con frecuencia pasa desapercibido: la distimia. Este tipo de depresión se caracteriza por un sentimiento de tristeza constante, sufrimiento y melancolía crónica, por lo que suele confundirse fácilmente con la depresión. Aunque suele ser más leve, la distimia es un trastorno difícil de detectar, por lo que puede prologarse y empeorar con el paso del tiempo. Pero, ¿cómo diferenciarla de la depresión? Si te sientes triste la mayor parte del tiempo, presta atención a sus síntomas y características, ya que posiblemente estés padeciendo de distimia y necesites de atención psicológica especializada. ¿Qué es la distimia? La distimia es un trastorno emocional del estado del ánimo, similar a la depresión, que se caracteriza por un sentimiento de tristeza y melancolía constante. La palabra distimia proviene del griego “dys” que significa “anormal” y “thymós” que significa en “humor”. Fue acuñado por James Kocsis, profesor de psiquiatría de la Universidad de Cornell, y reconocido como un trastorno psicológico en 1980 por la Asociación Americana de Psiquiatría. Desde posturas patologizantes, se define como un tipo de depresión leve que se mantiene a lo largo del tiempo, por lo que en ocasiones se confunde con una personalidad depresiva. Afecta a personas de todas las edades, pero suele ser más frecuente en las mujeres. Quien la padece, puede mostrar mejorías intermitentes en su estado de ánimo, pero, al mismo tiempo, tener la creencia de que los síntomas son rasgos de su personalidad. Por este motivo, no suelen buscar ayuda. ¿Cómo se manifiesta la distimia? Síntomas más frecuentes Quienes padecen distimia experimentan tristeza y sufrimiento emocional constante, además de una serie de síntomas que pueden prologarse o disminuir por momentos a lo largo del tiempo. Los síntomas de la distimia afectan la vida cotidiana de quien lo padece. Entre los más frecuentes, destacan los siguientes: Emocionales: tristeza constante, melancolía crónica, desesperanza y angustia persistente. Sensación de vacío, tendencia a llorar, sentimientos de culpabilidad y pérdida de interés en distintos ámbitos de su vida. Conductuales: irritabilidad, incapacidad para asumir responsabilidades y dificultad para realizar actividades cotidianas. Las personas con distimia suelen aislarse y mostrar indiferencia o apatía de su entorno social. Cognitivos. Dificultad para tomar decisiones, pensamientos negativos e incapacidad para concentrarse y retener información. Además, tienden a tener una visión pesimista del futuro Somáticos. Falta de energía, fatiga, trastornos del sueño (insomnio o hipersomnio), trastornos de la alimentación como la falta de apetito y malestar generalizado. ¿Cómo se diferencia la distimia de la depresión? Con frecuencia, los síntomas de la distimia se confunden con los de la depresión, pero la realidad es que se tratan de dos trastornos depresivos diferentes. Tanto la duración, como la intensidad son claves para diferenciar un trastorno de otro. Para reconocer la diferencia e identificar si puedes estar transitando por estas condiciones, acude a una persona profesional en Psicología capacitada en el tema. ¿Cómo abordamos la depresión en terapia en Ella Migra? Partimos de la idea de que cada "depresión" tiene una historia propia, unos personajes y actores únicos que toman sentido en el encuentro terapéutico y por tanto es importante en la terapia descubrir dónde están los anclajes de las descripciones de la realidad ( "depresiva"), que tienen los personajes para poder cambiar dichas descripciones . Intentaremos relacionar tales descripciones o situaciones depresivas con los aspectos evolutivos, históricos (individuales y familiares), bioquímicos (remisión a examenes médicos) y complejos (narrativas) que les dotan de sentido. Para ello hemos distribuido las "depresiones" a lo largo de un continuum de hipótesis o metáforas guía que pueden resultar útiles para planificar nuestras intervenciones con los las personas y su entorno. Iremos en nuestro recorrido desde la utilización de las crisis (cómo se presentan a la terapia), pasando por los "juegos interaccionales y evolutivos", hacia construcciones más complejas en las que necesariamente se ha de tener en cuenta el pasado, presente y futuro, la historia individual y familiar, los mitos y vivencias individuales, que influyen de manera determinante en la narración sintomática (historia dominante, narrativa saturada por el problema), pero que, a un tiempo, permiten en el encuentro terapéutico abrir posibilidades y alternativas de futuro ("tan negado por su inexistencia u oscuridad" en los depresivos). En Ella Migra seguimos en el compromiso de apoyar emocionalmente a las personas en contextos migratorios y que estén atravesando pro procesos ansiosos o depresivos. No dudes en escribirnos si tienes una historia que contarnos sobre esto. Te recomiendo que revises el post de este tema AQUÍ Te abrazo y te espero en nuestros espacios terapéuticos. ¿Viste los últimos videos? Descúbrelos aquí. Carolina Psicoterapeuta

  • Cómo saber si vives hipervigilancia: atiende los síntomas de la hipervigilancia.

    Vivimos en situaciones sociales, emocionales y culturales muy retantes. Los cuadros de estrés y de ansiedad como experiencias psicofísicas y cognitivas, son muy comunes dados los factores estresantes en nuestro medio. Las situaciones de trauma emocional, las exigencias socioculturales, los roles de género, las condiciones migratorias, raciales, ecológicas, económicas y los sistemas de relación y competitividad en los que habitamos, nos exponen a desregulaciones severas de nuestro sistema nervioso. Antes de revisar si convives con hipervigilancia, acude a un especialista en el tema. Qué es hipervigilancia: Se entiende por hipervigilancia a un estado de tensión y elevada energía consistente a lo largo del tiempo en el que la persona que la padece presenta un aparente agrandamiento del nivel de conciencia, siendo hipersensible y reaccionando de forma rápida y enérgica a la estimulación sensorial. La persona que experimenta hipervigilancia suele manifestar hiperprosexias, en la que el nivel de atención es mucho mayor de lo que sería habitual y se enfoca con frecuencia en cualquier estimulo y detalle del contexto que lo rodea. Suele darse junto con la sensación de tener gran lucidez mental. A pesar de que este puede parecer positivo de tal modo que haría más fácil detectar y analizar el ambiente, lo cierto es que por lo general supone un perjuicio en su correcto análisis al pasar el foco de la atención de un elemento al otro continuamente, de manera que aunque parezca contradictorio el exceso de capacidad atencional provocaría una elevada distraibilidad. La hiperreactividad que también manifiestan aquellos que presentan hipervigilancia genera que sus reacciones tiendan ser poco adaptativas y poco reflexionadas. Presentan un elevado nivel de ansiedad, de modo que suele ser vivida de forma desagradable por quienes la padecen. Ello junto al elevado nivel de energía puede conducir a que la persona se vuelva irritable o incluso hostil. Pero dado que nuestras reservas energéticas son limitadas, una hipervigilancia prolongada en el tiempo puede generar que aparezca cansancio y que a la larga aparezca pasividad, una actitud huraña e incluso depresión. En el caso de que se daba a una vivencia traumática, la situación amenazante en sí puede llegar a ser generalizada, estando el sujeto preparado para responder de forma extremadamente reactiva a aquello que recuerde dicha situación. Por ejemplo una persona que ha sufrido una agresión tenderá a sobreprepararse a cualquier elemento que pueda indicar que va a ser atacada de nuevo, considerando una posible amenaza la sonrisa de un desconocido o que alguien les toque. Otro momento en que suele aparecer la hipervigilancia es en la intoxicación por sustancias, generalmente por aquellas de carácter epsicoactivante como la cocaína o psicodisléptico como algunos alucinógenos o la variante sativa del cannabis. Efectos y síntomas en la vida diaria: La hipervigilancia puede provocar graves perjuicios en aquel que la padece. Para empezar, la hiperprosexia característica hará que le sea difícil concentrarse en una estimulación concreta, lo que dificulta el rendimiento propio del sujeto en su vida laboral o académica: A nivel psicológico puede generar que existan sesgos y distorsiones cognitivas, así como cambios conductuales o evitación de estímulos y situaciones. A nivel social también puede provocar problemas: el entorno puede sentirse menospreciado y pueden malinterpretarse una gran cantidad de situaciones, lo que puede conducir a que el sujeto pierda apoyo social o incluso quede aislado. Además, el elevado nivel de energía mantenido en el tiempo produce agotamiento y es posible que puedan surgir debilidad, disminución del sistema inmune o incluso problemas orgánicos como por ejemplo cardíacos, respiratorios, endocrinos o musculares. Acude siempre a una persona con experiencia en procesos psicológicos terapéuticos que te ayude a través de estrategias informadas en trauma, a descrifar el contexto social, emocional, familiar, cultural y corporal que puede estar sosteniendo a este estado. Te recomiendo que revises el post de este tema AQUÍ Te abrazo y te espero en nuestros espacios terapéuticos. ¿Viste los últimos videos? Descúbrelos aquí. Carolina Psicoterapeuta

  • Estado disociativo: Cuándo pedir ayuda.

    Signos de alerta: Los signos y síntomas dependen del tipo de proceso disociativo que estés viviendo, pero pueden comprender los siguientes: Pérdida de memoria (amnesia) de ciertos períodos, hechos, personas e información personal Una sensación de estar separadx de ti mismx y de tus emociones Una percepción de que las personas y lo que te rodea están distorsionados o son irreales Un sentido confuso de la identidad Mucho estrés o problemas en tus relaciones personales, tu trabajo u otros ámbitos importantes de tu vida Incapacidad para sobrellevar bien situaciones de estrés emocional o profesional Estados de depresión, ansiedad y pensamientos obsesivos Hay tres trastornos disociativos principales definidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5, por sus siglas en inglés) publicado por la American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría): Amnesia disociativa. El síntoma principal es la pérdida de memoria, que es más grave que los olvidos normales y no puede explicarse por una enfermedad. No puedes recordar información sobre ti ni sobre hechos y personas de tu vida, en especial los relacionados con un momento traumático. La amnesia disociativa puede ser específica de hechos producidos en un cierto momento, como combates intensos, o, con menor frecuencia, puede tratarse de la pérdida completa de la memoria sobre ti mismx. A veces puede implicar viajar hacia otro lugar o deambular en un estado de confusión que nos aleja de nuestro entorno (fuga disociativa). Un episodio de amnesia suele ocurrir de manera repentina y durar minutos, horas o, en casos poco frecuentes, meses o años. Trastorno de identidad disociativo. Este trastorno, antes conocido como trastorno de la personalidad múltiple, se caracteriza por “alternar” diferentes identidades. Es posible que sientas la presencia de dos o más personas que hablan o viven en tu cabeza, y que sientas que estás poseídx por estas identidades. Cada una de estas identidades puede tener un nombre, una historia personal y características únicas, entre ellas, diferencias obvias de voz, género, gestos e incluso cualidades físicas, como la necesidad de llevar lentes. También hay diferencias en cuanto a la familiaridad de cada identidad con las demás. En general, las personas con trastorno de identidad disociativo también tienen amnesia disociativa y, a menudo, sufren fuga disociativa. Trastorno de despersonalización-desrealización. Este trastorno implica una sensación continua o episódica de desconexión o de estar fuera de unx mismx, observando tus acciones, sentimientos, pensamientos y a ti mismx desde cierta distancia, como si estuvieras mirando una película (despersonalización). Es posible que otras personas y lo que está a tu alrededor se perciban distantes, borrosos o como en un sueño, que el tiempo parezca pasar más lento o más rápido y que el mundo parezca irreal (desrealización). Podrías sentir despersonalización, desrealización o ambas. Los síntomas, que pueden ser sumamente preocupantes, pueden durar solo unos momentos o ir y venir a lo largo de los años. Cuándo debes consultar a una persona especialista: Algunas personas con estados disociativos experimentan una crisis con recuerdos recurrentes traumáticos que resultan abrumadores o están vinculados con comportamientos riesgosos. Las personas con estos síntomas deben ser atendidas por equipos interdisciplinares. Acude siempre a una persona con experiencia en procesos psicológicos terapéuticos que te ayude a través de estrategias informadas en trauma, a descrifar el contexto social, emocional, familiar, cultural y corporal que puede estar sosteniendo a este estado. Te recomiendo que revises el post de este tema AQUÍ Te abrazo y te espero en nuestros espacios terapéuticos. ¿Viste los últimos videos? Descúbrelos aquí. Carolina Psicoterapeuta

  • No vine de vacaciones, sino de visita: Duelo migratorio y el regreso al país de origen.

    En el último Post hablamos de cómo el volver al país de origen o punto de partida para las personas en condición migratoria, NO es para nada un paseo tranquilo ni unas vacaciones. Por el contrario, resulta en una experiencia emocional muy densa y llena de matices emocionales en donde el encuentro y el desencuentro se cruzan y generan experiencias emocionales diversas que nos cuestionan sobre nuestros afectos, los cambios que hemos tenido, el próposito en lo que estamos haciendo y el tipo de vínculos que queremos y necesitamos. Ese tema ha desatado muchas reflexiones que puedes ver AQUÍ y sumarte a la conversación. Ese Post me ponía a pensar en algunas de mis reflexiones sobre la emigración. Todas y cada una de ellas se las debo a los relatos de mis consultantes, a quienes desde aquí me gustaría dar las gracias por todo lo que me enseñan cada día: Crisis no solo es sinónimo de oportunidad. Desde el estallido de las últimas crisis sociales hace ya unos cuantos años, no hemos dejado de escuchar una frase que, pese a ser un mantra oriental, parece cocinada en una convención de emprendedores: "Crisis = oportunidad". "Crisis = oportunidad". "Crisis = oportunidad". Este enunciado encierra trampas. La crisis, antes que cualquier otra cosa, es un desafío psicológico. Las situaciones que tienen que enfrentar los emigrantes van a poner a prueba su equilibrio emocional. Solo si disponen de los recursos psicológicos para superar esas situaciones convertirán su aventura en una oportunidad. Emigración idealizada. Tengo la impresión de que a través de las redes sociales se ofrece una imagen idealizada de la emigración. Se dibuja como un "paraíso", una aventura que lleva implícita un eslogan subliminal que asegura que fuera se vive mejor. Esas ideas hacen que perdamos de vista las complejidades que supone la adaptación a otro país, otra cultura y en muchas ocasiones, otro idioma. Muchas personas de hecho sufren complejos retos para poder llevar a flote una autoestima y autogestión sana. Parte de mi trabajo consiste en dejar claro que no son los(as) únicos(as) que se sienten así y que lo que les sucede es normal. Creo que si hiciésemos un esfuerzo de responsabilidad por mostrar una imagen más realista de las dificultades que implica emigrar estaríamos preservando la autoestima de muchas personas. Un proyecto de vida. Muchas personas que se van suelen hacerlo con la idea de volver en algún momento. Pero, con el tiempo, volver es complicado, y uno de los problemas que surgen es la sensación de quedarse atrapado(a) en el extranjero, con un pie en cada mundo. A veces ese bloqueo hace que se demoren decisiones importantes relacionadas con el proyecto de vida como la posibilidad de extender familia o adquirir bienes. A veces, desde el extranjero, la decisión de comprar un sofá genera angustia porque eso supone ponerse demasiado cómodo en el país de acogida, cuando aún no se ha decidido dónde se quiere vivir. El duelo migratorio. Algunos de los que se fueron con la idea de regresar descubren por el camino que no pueden renunciar a lo que les ofrece el país de acogida. Se han enamorado o han encontrado el desarrollo profesional que buscaban. Ponen los pros y los contras en la balanza y deciden quedarse a vivir en Reino Unido, Alemania, etcétera. Pero esa decisión no es fácil, implica muchas renuncias, asumir que la vida en el país de origen continuará sin ellos, que no estarán en los acontecimientos importantes de familiares y amigos, que siempre tendrán un acento que les hará diferentes. Aceptar todo eso, no solo en el nivel racional, sino también en el emocional, tiene todas las características de un duelo y por eso se le llama duelo migratorio. Hay un techo de cristal en el desarrollo profesional. Esto es lo que aseguran todos los que deciden establecerse definitivamente en el extranjero. ¿Cuántos de ellos(as) ocupan puestos de responsabilidad en las empresas o en los partidos políticos? Seguiremos reflexionando de este tema...Como diría Neruda, "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos". Quien se fue ya no volverá a ver el mundo de la misma manera, habrá aspectos de su cultura de origen a los que le será muy difícil adaptarse, querrán introducir en su entorno la nueva manera de hacer las cosas, las cosas buenas que se han traído de su país de acogida. Pero estas nuevas maneras no siempre van a ser bien recibidas. Las dificultades para readaptarse al volver al país de origen tmbién son motivo de consulta. De hecho, en algunos casos extremos, esta dificultad puede llevar a la persona a volver a mudarse continuamente en busca de un sitio donde sentirse en casa, es lo que se conoce como síndrome de Ulises. Sigamos en conexión y empatía, porque la experiencia migratoria que nos ha dado tanta riqueza económica, social, cultural, genética y apistemológica en nuestra especie, es también fuente de muchas complejidades a nivel individual y colectivo. Te abrazo y te espero en nuestros espacios terapéuticos. ¿Viste los últimos videos? Descúbrelos aquí. Carolina Psicoterapeuta

  • 7 libros de migración recomendados: Historias de duelo migratorio e integración cultural.

    "No tienen la menor idea de lo que es perder tu hogar con el riesgo de nunca encontrar un hogar de nuevo, tener tu vida entera dividida entre dos tierras y convertirte en el puente entre dos países. Inmigrante de primera generación" Rupi Kaur. He estado viajando mucho en los últimos 7 años. Tanto viaje entre aviones, trenes, buses, taxis, canoas, bicicletas y metros me estaba abrumando. No entendía yo bien por qué. Visto desde otras ópticas la gente me decía cosas como: Ah, pero qué delicia tu vida sólo viajando, Ayy no te quejes de cansancio pues cuántas personas querrían eso, Uyyy pero a tí sí que se te da fácil, Ayy tú nunca tienes tiempo para mí...entre otros. Claro que he disfrutado, claro que no he dormido viendo con los ojos aguados cada noche y cada amanecer desde otras latitudes, claro que me honra escuchar tantas historias de personas inmigrantes, claro que mi niña interna nunca se imaginó llegar a los lugares que ha llegado, en fin... claro que soy feliz y agradecida por eso. Pero la historia de esas viajes no es siempre color de rosa: Trabajo duro para lograrlos, vivo intensamente para transitarlos, siento profundamente para aprender de ellos, respiro fuerte para a veces aguantar la distancia de quienes amo y me sostengo fuerte en mis rutinas de autocuidado para no sucumbir a la densidad que implica ver, escuchar, sentir y trabajar con tanta humanidad tan diversa, tan dolida, tan compleja. Pero sobretodo, tanto mirar hacia afuera, me ha llevado a entender que el más intenso viaje ocurre hacia dentro: Vayas donde vayas, tendrás que volver a ti...y sí que lo he entendio en los últimos tiempos. Trabajo en salud mental y en construcción de paz, dos cosas tan apasionantes como diversas y complejas en nuestra humanidad. Entre tantas historias que escucho, que acompaño en terapia, que comparto a manera de reflexión y de las cuales aprendo, he recordado que narrar nuestras historias migratorias es una tarea esencial para transitar mejor los procesos de adaptación e integración cultural y la experiencia misma del duelo migratorio. Sea cual sea nuestro viaje, siempre hay letras que nos acompañan el alma y el camino. Por eso hoy te sugiero los siguientes libros que hablan sobre historias migratorias: Del Norte al Sur. René Colato Laínez. Language: Spanish (Bilingual Eng/Sp). Cuando envían a su mamá a un centro de detención en Tijuana por no tener los documentos de inmigración correctos, José debe acostumbrarse a vivir sin ella. Él y su padre visitan a la mamá en el centro, donde hablan del futuro cuando estarán juntos. Con base en las experiencias de los estudiantes de René Colato Laínez, tanto él como el ilustrador Joe Cepeda lograron encontrar el equilibrio perfecto entre la honestidad y la esperanza para representar esta difícil situación, muy común entre las familias que viven a lo largo de la frontera. Como en mi tierra. Language: Spanish (Bilingual Eng/Sp). A medida que una jovencita se acostumbra a su nueva vida en Estados Unidos, ella va comparando todo a su alrededor con la vida que llevaba en su país. Algunas cosas, como compartir una comida con su familia — son igual que en casa. Otras cosas, sin embargo, como el hecho de no poder hablar con sus compañeros de clase, no son como en casa. La estructura simple y las ilustraciones de alegres colores de la historia ofrecen un modelo interesante para que los estudiantes inmigrantes comparen una casa con la otra. Texto bilingüe. Emigrantes, Shaun Tan (2016). Esta novela gráfica cuenta la historia de un hombre que decide dejar a su esposa y a su hijo para atravesar el océano en busca de mejores oportunidades de trabajo para darle una mejor vida a su familia. Estas imágenes son el homenaje a todos los migrantes, refugiados y desplazados que han tenido que tomar la difícil decisión de dejar sus hogares para conseguir las condiciones necesarias para darse una mejor vida, a ellos y a sus seres queridos. Americanah, Chimamanda Ngozi Adichie (2013). Ifemelu y Obizne se enamoran estando en la escuela secundaria en Lagos, Nigeria. Ifemelu se muda a Nueva Jersey para continuar con su educación universitaria en Princeton, donde por primera vez tiene que enfrentarse a lo que significa ser un negro no americano en Estados Unidos. Por otro lado, Obizne decide migrar a Londres, donde trabaja en una construcción. La historia es narrada a través de quince años en los que las vidas de Ifemelu y Obizne están atravesadas por la búsqueda de la identidad como africanos. Prohibido nacer. Memorias de racismo, rabia y risa, Trevor Noah, (2019). Trevor Noah es conocido por ser presentador de The Daily Show en Estados Unidos. Pero antes de migrar a Estados Unidos, Trevor vivió gran parte de su infancia y adolescencia bajo el régimen del apartheid. Nació en Sudáfrica, tiene un padre suizo blanco y una madre xhosa negra, los cuales se unieron en un momento de la historia sudafricana en el que esta unión era castigada con cinco años de cárcel. Así que su madre lo escondía de las maneras menos pensadas para evitar que el gobierno sudamericano se lo llevara. Así, la historia de Trevor Noah es una sobre encontrarse a sí mismo en un mundo en donde se supone que no debía existir. Extraña para mí. Una vida en una nueva lengua, de Eva Hoffman. A caballo entre el diario íntimo y el ensayo, «Extraña para mí» narra el arduo viaje de una adolescente judía y polaca en pos de una voz y una identidad propias, desde su paraíso infantil de Cracovia hasta el nuevo mundo de la intelectualidad neoyorquina, tras atravesar el purgatorio del duro exilio en un impersonal suburbio de Vancouver. Heimat. Lejos de mi hogar, de Nora Krug. Perteneciente a la segunda generación de alemanes nacidos tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Nora Krug creció luchando contra la profunda ambivalencia que le provocaba el pasado reciente de su país. Durante sus viajes de joven, su acento sólo suscitaba reacciones desagradables, una rabia que entendía y compartía. Tras casi veinte años en Estados Unidos, Nora Krug decidió que nunca sabría quién era si no se enfrentaba a su lugar de procedencia. En Heimat, la autora documenta este viaje a través de las vidas de los miembros de su familia durante el régimen nazi y la representación visual de su regreso a un país aún marcado por la guerra. Bellamente ilustrada y muy emotiva, Heimat es una poderosa meditación sobre la búsqueda de la identidad cultural y el significado de la historia y la patria. Qué otros libros me sugieres? Te abrazo y te espero en nuestros espacios terapéuticos. ¿Viste los últimos videos? Descúbrelos aquí. Carolina Psicoterapeuta

  • Mitos sobre la Autoestima: Cultiva la autohonestidad y la autocompasión.

    Hay que dejar de trivializar y romantizar la autoestima. Que nos podamos sentir "como diosas en la gloria" no quiere decir que tengamos una autoestima sana. Y también es necesario acompañar todos esos procesos de autocastigo, autoculpa y violencia emocional autoinfligida. Cómo la llevas con tu autoestima? Hoy te comparto estps 4 mitos que debes desmontar, para poder vivir una autoestima auténtica. En sólo 90 segundos descubrirás la importancia de tener una autoestima sana y auténtica: CLICK ACÁ. Te abrazo y te espero en nuestros espacios terapéuticos. ¿Viste los últimos videos? Descúbrelos aquí. Carolina Psicoterapeuta

  • El cuerpo refleja lo que sientes.

    El cuerpo lleva la cuenta es un libro que gira alrededor de cómo un grupo de terapeutas y académicos(as) -junto con sus valientes y memorables pacientes- ha luchado por integrar los avances de la ciencia del cerebro, la investigación sobre el apego y la conciencia corporal en tratamientos que pueden liberar a los(as) supervivientes de traumas de la tiranía del pasado. Estas nuevas vías de recuperación activan la neuroplasticidad natural del cerebro para recablear el funcionamiento perturbado y reconstruir paso a paso la capacidad de "saber lo que se sabe y sentir lo que se siente." También ofrecen experiencias que contrarrestan directamente la impotencia y la invisibilidad asociadas al trauma, permitiendo tanto a personas adultas recuperar la propiedad de sus cuerpos y sus vidas. En las páginas del libro vi muchos de los retos que había encontrado en mí misma y en mis consultantes durante años, sólo que esta vez enmarcados como efectos secundarios comunes del trauma. Por ejemplo: · Dificultades de concentración y memoria · Sobrecarga sensorial y filtración de lo que importa y lo que no · Dificultad para dormir y relajarse · Aprendizaje de nueva información y cambio de comportamiento · Cultivar un sentido de confianza y agencia personal · Miedo y ansiedad a asumir riesgos · Acceder plenamente a la imaginación y la creatividad · Duda de sí mismo y perfeccionismo · Fatiga crónica y agotamiento · Mantener la motivación y la determinación Me sorprendió saber que no sólo el déficit de atención es un síntoma común del trauma, sino también la hiperfocalización. Ambos pueden ser formas de disociación, un intento de escapar del momento presente. Incluso aquellos de nosotros(as) a los que nos resulta fácil "ser productivos(as)" no somos inmunes al impacto del trauma. Pensé: ¿podría ser ésta la clave de tantas cosas que nos atormentan? ¿Podría ser la raíz de tantos problemas que nos impiden alcanzar nuestros objetivos y sueños más preciados? El trauma es una parte casi universal de la experiencia humana, según se establece en el libro desde el principio. Solemos pensar en el trauma como algo que ocurre en circunstancias muy extremas: violación, abuso sexual, maltrato físico, abandono extremo, agresión, violencia doméstica o desastres naturales. Pero se trata de traumas agudos, que no son los únicos. Incluso los traumas agudos son frecuentes. Según una investigación de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), uno de cada cinco estadounidenses ha sufrido abusos sexuales en la infancia; uno de cada cuatro ha sido golpeado por uno de sus padres; uno de cada cuatro de nosotros(as) creció con familiares alcohólicos; y uno de cada ocho ha sido testigo de cómo golpeaban o abandonaban en irresponsabilidad afectiva a su madre. Son cifras espantosas y eso que no hemos revisado las europeas, africanas, asiáticas y latinoamericanas; las cifras de ocurrencia de estos eventos realmente son muy por encima de lo que incluso la mayoría de profesionales esperan. El trauma infantil es una epidemia silenciosa. Si tus cuidadores ignoran regularmente tus necesidades, aprendes a anticipar el rechazo y el retraimiento. Te las arreglas bloqueando su hostilidad o negligencia y actuando como si no importara. Pero el cuerpo lleva la cuenta: permanece en estado de alerta máxima, preparado para protegerse de los golpes, la privación o el abandono. Uno de los efectos más devastadores de esto, según Van der Kolk, es "no sentirse real por dentro". Cuando no te sientes real, nada importa. Es imposible protegerse del peligro o atender a las propias necesidades. Puedes llegar a extremos en un esfuerzo por sentir algo, como cortarte con cuchillas de afeitar o pelearte con desconocidos. Y todo esto se traslada a la edad adulta. No desaparece por sí solo. Un(a) niño(a) que ha sido ignorado(a) o humillado(a) crónicamente es probable que carezca de autoestima. Los(as) niños(as) a los que no se les ha permitido hacerse valer tendrán problemas para defenderse. Y muchos adultos(as) que fueron maltratados de niños(as) arrastran una rabia latente que apenas pueden contener. Como han observado los psicólogos desde Freud y Breuer, "el trauma psíquico -o, más exactamente, el recuerdo del trauma- actúa como un cuerpo extraño que, mucho tiempo después de su entrada, debe seguir considerándose como un agente que sigue actuando". En otras palabras, el recuerdo del trauma actúa como una astilla en la mente: es la respuesta del cuerpo al objeto extraño lo que se convierte en el problema, y no el objeto en sí. Basándose en más de treinta años en la vanguardia de la investigación y la práctica clínica, Bessel van der Kolk muestra que el terror y el aislamiento en el núcleo del trauma remodelan literalmente tanto el cerebro como el cuerpo. Nuevos conocimientos sobre nuestros instintos de supervivencia explican por qué las personas traumatizadas experimentan una ansiedad incomprensible y una rabia adormecida e intolerable, y cómo el trauma afecta a su capacidad de concentración, de recordar, de establecer relaciones de confianza e incluso de sentirse a gusto en su propio cuerpo. Habiendo perdido la sensación de control de sí mismos y frustrados por el fracaso de las terapias, a menudo temen haber sufrido daños irreparables. El título subraya la idea central del libro: La exposición al abuso, abandono emocional y la violencia fomenta el desarrollo de un sistema de alarma hiperactivo y moldea un cuerpo que se atasca en la lucha/huida y la congelación. El trauma interfiere en los circuitos cerebrales que implican concentración, flexibilidad y capacidad para mantener el control emocional. Una sensación constante de peligro e impotencia promueve la secreción continua de hormonas del estrés, lo que causa estragos en el sistema inmunitario y en el funcionamiento de los órganos del cuerpo. Sólo haciendo que las víctimas de traumas puedan habitar su cuerpo con seguridad y tolerar sentir lo que sienten y saber lo que saben, se puede lograr una curación duradera. Esto puede implicar una serie de intervenciones terapéuticas y particulares a cada historia, incluyendo diversas formas de procesamiento del trauma, neurofeedback, teatro, meditación, juego y yoga. Con un mapa del mundo basado en el trauma, el abuso y el abandono, las personas con experiencias traumáticas suelen buscar atajos hacia el olvido y evitar un compromiso honesto, estable y maduro en sus relaciones. Anticipando el rechazo, el ridículo y la privación, son reacias a probar nuevas opciones, seguras de que las llevarán al fracaso. Esta falta de experimentación les atrapa en un mundo de miedo, aislamiento y escasez en el que es imposible acoger las experiencias que podrían cambiar su perspectiva básica. Se ha observado una falta de imaginación entre los personas que han vivido con experiencias traumáticas. Cuando son arrastradas compulsiva y constantemente al pasado, no pueden imaginar un futuro diferente. Pero la imaginación es esencial para la calidad de nuestras vidas. Enciende nuestra creatividad, alivia nuestro aburrimiento, alivia nuestro dolor, aumenta nuestro placer y enriquece nuestras relaciones más íntimas. Sin ella, no hay esperanza, ni posibilidad de imaginar un futuro mejor, ni lugar al que ir, ni meta que alcanzar. ¿Viste los últimos videos? Descúbrelos aquí. Carolina Psicoterapeuta

  • Cultiva seguridad psicológica en el trabajo.

    A nadie le gusta dar malas noticias a su equipo de trabajo. Pero eso es exactamente lo que tuve que hacer cuando un proyecto en el que había estado trabajando no estaba dando los resultados que esperábamos. Yo había había invertido mucho tiempo en esa iniciativa, y convencido al equipo para que hicieran lo mismo. Cuando me reuní con mi jefe para presentarle los datos, que mostraban que la iniciativa había funcionado peor de lo previsto, me puse nerviosa. Habría entendido que se sintiera frustrada o incluso enfadada, y esperaba que al menos preguntara: "¿Qué ha fallado?" o "¿Cómo podríamos haberlo evitado?" (ambas preguntas para las que había preparado respuestas). En lugar de eso, hizo una pregunta sencilla: ¿Qué has aprendido? Ahora entiendo que lo que estaba haciendo era crear seguridad psicológica. Comprendió que aprender era fundamental: mi rendimiento futuro (y el de su equipo) dependía de ello. La seguridad psicológica es un concepto fundamental para los equipos y las personas que los dirigen. ¿Qué es la seguridad psicológica? Empecemos con una definición. La seguridad psicológica de un equipo es la creencia compartida por sus miembros de que está bien asumir riesgos, expresar sus ideas y preocupaciones, plantear preguntas y admitir errores, todo ello sin temor a consecuencias negativas. Como dice Edmondson, "se siente permiso para la franqueza". Edmondson planteó por primera vez con este concepto cuando investigaba para su doctorado. Se había propuesto estudiar la relación entre la comisión de errores y el trabajo en equipo en los hospitales, esperando descubrir que los equipos más eficaces cometían menos errores. Pero lo que descubrió fue que los equipos que declaraban trabajar mejor en equipo parecían cometer más errores. Cuando profundizó en los datos, empezó a sospechar que los mejores equipos podrían estar más dispuestos a informar de sus errores -porque se sentían seguros al hacerlo- y llevó a cabo una investigación de seguimiento para explorar esa hipótesis. Continuando con Edmondson: "Se trata de un fenómeno a nivel de grupo que determina el comportamiento de aprendizaje del grupo y, a su vez, afecta al rendimiento del equipo y, por tanto, al rendimiento de la organización", afirma. La sensación de seguridad y la disposición a hablar no es un rasgo individual, aunque es algo que se siente y experimenta a nivel individual; "es una propiedad emergente del grupo". De hecho, en la mayoría de los estudios, las personas que trabajan en estrecha colaboración tienen niveles similares de seguridad psicológica en comparación con las personas de otros equipos. ¿Por qué es importante la seguridad psicológica? En primer lugar, la seguridad psicológica incrementa la motivación y el compromiso, porque las contribuciones son importantes y no hay temor a represalias. En segundo lugar, puede mejorar la toma de decisiones, ya que las personas se sienten más cómodas expresando sus opiniones y preocupaciones, lo que a menudo conduce a que se escuchen y tengan en cuenta perspectivas más diversas. En tercer lugar, puede fomentar una cultura de aprendizaje y mejora continuos, ya que los miembros del equipo se sienten cómodos compartiendo sus errores y aprendiendo de ellos. Todos estos beneficios -el impacto en el rendimiento, la innovación, la creatividad, la resiliencia y el aprendizaje de un equipo- se han demostrado en investigaciones realizadas a lo largo de los años, sobre todo en la investigación original de Edmondson y en un estudio realizado en Google. Esa investigación, conocida como Proyecto Aristóteles, pretendía comprender los factores que influían en la eficacia de los equipos de Google. Utilizando más de 30 modelos estadísticos y cientos de variables, el proyecto llegó a la conclusión de que quién formaba parte de un equipo importaba menos que cómo trabajaba el equipo. Y el factor más importante era la seguridad psicológica. Otras investigaciones han demostrado las increíbles desventajas de la falta de seguridad psicológica, entre ellas los efectos negativos en el bienestar de las personas, como el estrés, el agotamiento y la rotación, así como en el rendimiento general de la organización. ¿Cómo sabe si su equipo la vive? Edmondson ha elaborado un sencillo cuestionario de 7 preguntas para evaluar la percepción de la seguridad psicológica (si deseas realizar esta encuesta con su equipo, hay un instrumento que puede utilizar en el sitio web de Edmondson). La forma en que la gente responda a estas preguntas te dará una idea del grado en que se sienten psicológicamente seguros: Si cometes un error en este equipo, no se te echa en cara. Los miembros de este equipo pueden plantear problemas y cuestiones difíciles. Los miembros de este equipo a veces aceptan a los demás por ser diferentes. En este equipo es seguro arriesgarse. No es difícil pedir ayuda a otros miembros de este equipo. Nadie de este equipo actuaría deliberadamente de forma que socavara mis esfuerzos. Al trabajar con las personas de este equipo, se valoran y utilizan mis habilidades y talentos únicos". Edmondson advierte, sin embargo, que las puntuaciones no son definitivas; lo que importa es la variación. "Cualquiera que rellene una encuesta lo hace en función de sus expectativas", afirma. "Por ejemplo, si digo 'sí, puedo pedir ayuda' lo estoy haciendo en relación con lo que creo que 'debería' ser". Sugiere a las directivas que utilicen los datos de la encuesta para reflexionar sobre la experiencia de su equipo y sentir curiosidad por lo que podrían cambiar para mejorarla. Lo que nos lleva a otra pregunta fundamental: ¿qué se puede hacer para fomentar la seguridad psicológica? ¿Cómo se crea la seguridad psicológica? Edmondson se apresura a señalar que "es más magia que ciencia" y que es importante que los directivos recuerden que se trata de "un clima que creamos conjuntamente, a veces de forma misteriosa". Cualquiera que haya trabajado en un equipo marcado por el silencio y la incapacidad de hablar, sabe lo difícil que es revertir esa situación. Gran parte de la creación de un entorno psicológicamente seguro se basa en buenas prácticas de gestión, como establecer normas y expectativas claras para que haya una sensación de previsibilidad y equidad, fomentar la comunicación abierta y escuchar activamente a los empleados, asegurarse de que los miembros del equipo se sientan apoyados y mostrar aprecio y humildad cuando la gente habla. Edmondson también señala algunas tácticas adicionales. Deja claro por qué importan las opiniones de los empleados. Para la mayoría de las personas, es seguro contenerse y permanecer en silencio; por defecto, se guardan sus ideas y opiniones para sí mismas. "Hay que anular ese instinto preparando el terreno para que hablen", afirma. Explícales clara y específicamente por qué necesitas escucharlos, por qué su punto de vista y su aportación son importantes y cómo afectarán a los resultados del trabajo. Admite tu propia falibilidad. Si usted, como directiva, puede admitir y demostrar cómo ha aprendido de sus errores, allana el camino a los demás. Es importante modelar el comportamiento que desea ver en su equipo y normalizar la vulnerabilidad. Esto incluye cosas como ser respetuoso, estar abierto a los comentarios y estar dispuesto a asumir riesgos. Invita activamente a hacer aportaciones. No des por sentado que la gente te dirá lo que piensa o que entiende que quieres su opinión. "Pídelas explícitamente", dice Edmondson. Sugiere hacer preguntas abiertas como ¿Qué ves? ¿Qué piensas al respecto? ¿Qué opinas de esta idea? Responde de forma productiva. Puedes decir a la gente que quieres su opinión o que no pasa nada por cometer errores, pero no lo harán si sienten que se les culpa o se les rechaza. ¿Cuáles son los errores más comunes? Edmondson plantea que existen dos mitos o conceptos erróneos sobre la seguridad psicológica: "Todo consiste en ser amable". Edmondson dice que crear un entorno psicológicamente seguro no consiste en ser "amable". De hecho, hay muchos lugares de trabajo amables que no tienen seguridad psicológica porque no hay franqueza y la gente se siente silenciada por la cortesía impuesta. "Por desgracia, en el trabajo, ser amable suele ser sinónimo de no ser franco". "Hay que sentirse cómodo en un entorno psicológicamente seguro". "Demasiada gente piensa que se trata de sentirse cómodo todo el tiempo y que no puedes decir nada que incomode a otra persona o estarás violando la seguridad psicológica", dice Edmondson. Eso no es cierto. Aprender, meter la pata y señalar los errores suele ser incómodo. Ser vulnerable puede parecer arriesgado. La clave está en asumir riesgos en un entorno seguro, sin consecuencias interpersonales negativas. "Cualquier cosa difícil de conseguir requiere sentirse incómodo por el camino". Comparte la analogía de una gimnasta olímpica. En su entrenamiento, se exige a sí misma y a su cuerpo; asume riesgos, pero lo hace de forma que no se lesione. Edmondson nos recuerda: "La franqueza es dura, pero la falta de franqueza es peor". ¿Viste los últimos videos? Descúbrelos aquí. Carolina Psicoterapeuta Te invito a participar en nuestro próximo encuentro presencial: VOLVER A LA MATRIZ, AL ORIGEN Un espacio que haremos dos terapeutas especialmente creado para cuidar-te. Lugar: BogotáFecha: Abril 29 - 9 a.m a 12 p.mInversión : 125.000 COPIncluye refrigerio CUPOS LIMITADOS. Reserva tu espacio con tu pago AQUÍ

  • Hoy tienes que leer esto: Sanar es...

    A veces uno revisa sus propias voces y esas voces le dan respuestas de sanación, pero muchas otras claro, esas voces están llenas de dolor, de traumas irresueltos que se vuelven un anlca en nuestro bienestar y relaciones. Por estos días pienso repetidamente en esa frase de: "Si no sanas esa herida, seguirás dañando a gente y sangrando sin fin", y es cierto. Seguro conoces a alguien a tu alrededor que repite y repite patrones de dolor, de no poder sostener ni mantener un amor y bienestar real e inteligente. O de pronto eres tú esa persona. No se puede evitar el dolor, pero sí se puede evitar el dañarnos física y emocionalmente. Hace un tiempo, no sé bien por qué, escribí esto, y me lo quiero recordar y te lo quiero recordar: Que se entienda que lo más peligroso nunca será sentir lo incontenible, sino evadir lo que se desea y duele. Que se sepa que lo más enfermizo no es el dolor que se reconoce, sino la herida que se niega. Que se acepte que el peor tiranx no es el que grita fuerte y con algarabía se impone, sino el que niega su sombra y se esconde en su teatro de expertx, sincerx y consejerx. Que se busque no aquella herida que alborotada sangra, sino aquella fantasma que no sabes que tienes. Que se entienda que no se cura con analgésico de farmacia ni consejo de chaman, sino que sin tapujo y de frente se atraviesa un dolor para sanarlo. Que se sepa que no se hace menos fuerte un malestar si lo dejo de nombrar, sino que sólo se evoluciona nombrando lo innombrable con palabras sin disfraz. Que se acepte que no se transforma una realidad evadiendo su existencia, sino que es necesario nombrar y destapar cada miedo falaz y desamor incapaz. Que se busque no la media mitad para completar el vacío haciendo del amor una torre de naipes, sino el abismo para lanzarnos de una vez por todas y ponernos punto final. Que se haga viral la empatía sabía, que reconoce que no hay aprendizaje sin reto, sin dolor de desprendimiento, sin compasión por el dolor propio y ajeno. Que logres nombrar lo que te duele, trabajarlo con lo que te incomoda, encararlo con quien te desajuste. Porque lo que se nombra, se sana. Te invito a participar en nuestro próximo encuentro presencial: VOLVER A LA MATRIZ, AL ORIGEN Un espacio que haremos dos terapeutas especialmente creado para cuidar-te. Lugar: Bogotá Fecha: Abril 29 - 9 a.m a 12 p.m Inversión : 125.000 COP Incluye refrigerio CUPOS LIMITADOS. Reserva tu espacio con tu pago AQUÍ

  • Volver a la Matriz: Reconectar y reconciliar-te

    Creo en las "causalidades". Y desde este lugar, la vida me conectó con Carolina Galvis, una mujer fuerte, inspiradora, vibrante y sanadora con quien he tenido la oportunidad de tejer y transitar sentires. Todo empezó cuando yo misma en mis procesos de búsqueda, estaba en aquella montaña alemana transitando por cambios profundos, y allí, en medio de las redes digitales, la encontré. Desde entonces el intercambio entre dos mujeres viajeras, sensibles, apasionadas y amorosas ha ido creciendo. Y Caro y yo hemos venido encontrando conexiones trascendentales para tejer mutuamente. No podía yo quedarme sola en mi mente con los aprendizajes que hemos tejido ni con todo lo que he aprendido y sentido con Carolina, así como tampoco quiero dejar en lo privado el llamado de tantas mujeres a mi alrededor a generar un espacio de encuentro para hablar de bienestar emocional, de la matriz, del origen y entender en verdad qué implica eso de reconciliarse con una misma de manera auténtica, segura y sostenible. Es por esto que nos hemos juntado con Caro nuevamente para crear un espacio presencial de encuentro que será creativo, seguro, empático, sonriente y lleno de bien-estar. Caro, desde todo su potente trabajo en Floresser, y yo, desde toda mi apuesta sensible en Ella Migra, queremos invitarte a vivir una experiencia de reconciliación y bienestar para el momento que estás viviendo. Recuerda que vamos a lugares y personas que desde siempre nos han esperado, y nosotras te estamos esperando para abrigarnos la vida y el origen en este 2023 lleno de tantos retos para todas. Nuestra cita es el próximo 29 de Abril en Bogotá Colombia. Volver a la matriz Volver a la reconciliación Nuestra matriz es un espacio sagrado: ¡Es el principio, origen de la creatividad, de la renovación, de la vida-muerte-vida! Es un lugar de cambio: Se expande y contrae mensualmente, palpita al ritmo de las aguas Es un lugar de creación: Creando una nueva posibilidad, una nueva tierra que acoge cada mes. Es un espacio entre los mundos: Donde la vida-muerte-vida nos habita y danza Es un lugar de dejar ir: Entregando nuestra elección o condición de no concebir, liberando aquello que debe fluir mes a mes. Es un lugar de renovación: Fluyendo y palpitando, crea un entorno de nuevas posibilidades, potente y que danza con la vida Es un lugar de esperanza: Siempre mirando hacia adentro, ofreciendo otra oportunidad, preparando todo lo que se necesita para una nueva aventura, una y otra vez Es un lugar de crianza: Ofrece sustento a una nueva vida a nuestras ideas, inspiración y proyectos. Es un lugar de magia: Una vez concebida, una nueva vida humana o creativa se sostiene, crece y madura en su propio entorno de vida autónomo. Es el asiento de nuestro poder: Creación, Cambio, Renovación, Nutrición, Esperanza, Magia, Dejar ir, Comenzar de nuevo ... Ven a reconciliarte con tu matriz, con el origen, ven a sentir, recordar y cuidarte. Lugar: Bogotá Fecha: Abril 29 - 9 a.m a 12 p.m Inversión : 125.000 COP Incluye refrigerio CUPOS LIMITADOS. Reserva tu espacio con tu pago AQUÍ

  • Las 7 etapas del vínculo traumático.

    Se ha sugerido que hay siete etapas en la vinculación traumática, y que cada etapa perpetúa el ciclo de trauma y dolor que se ve comúnmente en las relaciones abusivas. Si bien puede resultar cada vez más difícil para la víctima alejarse de este círculo vicioso, aún es posible romper un vínculo traumático, especialmente una vez que estás familiarizada con sus etapas y cómo éstas te afectan. ¿Qué es el vínculo traumático? La vinculación traumática ocurre cuando un abusador utiliza tácticas de manipulación y ciclos de abuso para hacer que la víctima se sienta dependiente para su cuidado y validación, causando un fuerte apego o vínculo. Esto ocurre a menudo en las relaciones románticas narcisistas, pero también puede ocurrir en familias, amistades o relaciones de trabajo. El vínculo traumático en una relación puede coincidir con cualquier abuso físico o sexual que pueda estar presente. Pero tanto si el maltrato es exclusivamente emocional como si es una combinación de ambos, puede parecer imposible "alejarse" sin más, incluso cuando te están haciendo daño. A las personas supervivientes les puede llevar mucho tiempo encontrar las herramientas para desvincularse de su vínculo traumático, y a menudo se quedan más tiempo del que deberían por miedo a su seguridad o a su medio de vida, lo que puede conducir a casos de abuso aún peores antes de poder liberarse. Liberarse de una relación traumática y abusiva no es fácil, pero la ayuda profesional puede marcar la diferencia. 7 etapas del vínculo traumático En las siete etapas propuestas del vínculo traumático, a menudo comienzan como relaciones aparentemente excelentes antes de progresar gradualmente convirtiéndose en una dinámica abusiva. Esta progresión es parte de la razón por la que este vínculo puede impactar profundamente la visión del mundo de la víctima, su percepción de la realidad y su relación consigo misma. Las siete etapas del vínculo traumático son: 1. Bombardeo amoroso. El bombardeo amoroso implica el intento repentino e intenso de crear un "nosotros" en una relación a través de grandes elogios y halagos excesivos. Aunque esta dinámica suele producirse entre un agresor y una víctima de malos tratos, a veces puede implicar a otras personas que rodean a la pareja. A veces, en algunas circunstancias abusivas, el abusador puede parecer ajeno a su manipulación; sin embargo, ese no suele ser el caso en un vínculo traumático. En un vínculo traumático, el bombardeo amoroso puede preparar sutilmente el escenario para una dinámica abusiva: Permitiendo al abusador aprovecharse de las emociones, esperanzas profundas, deseos y sueños de la víctima. Es similar a alguien que dice "mira lo que puedo ofrecerte, y nadie más te ha amado o te amará así" Hacer que la víctima baje la guardia y confíe en las intenciones del maltratador Fomentar sentimientos positivos y de validación entre el posible agresor y la víctima "Demostrar" que el maltratador tiene buenas intenciones Proporcionar una sensación de estabilidad y seguridad 2. Confianza y dependencia En esta fase, el agresor puede poner a prueba a propósito la confianza y dependencia de la víctima, lo que suele llevar a la víctima a sentirse culpable por cuestionar a su pareja. Las dudas son de esperar en una relación sana y lleva tiempo llegar a conocer a alguien, no sólo por lo que dice sino también por lo que hace. Al enfrentarse al maltratador en esta fase, es posible que recibas muchos reproches por descartar todo lo que supuestamente ha hecho poir ti, razón por la cual la fase de bombardeo amoroso proporciona una configuración vital para la dependencia. En los vínculos traumáticos, la idea de que puedes confiar en un maltratador en la relación es una ilusión. 3. Crítica Una vez que han conseguido su confianza, los maltratadores emocionales pueden empezar a problematizar algunas de tus cualidades, identificándolas como insignificantes o problemáticas. Esta crítica puede parecer repentina, especialmente después de haber experimentado la fase de bombardeo amoroso, pero es habitual que los maltratadores esperen hasta haber puesto a prueba la confianza de la víctima antes de empezar a criticarla. La fase de crítica es más evidente durante discusiones o desacuerdos intensos, en los que el agresor probablemente te culpará y acabarás pidiendo disculpas por cosas que NO SON TU CULPA NI RESPONSABILIDAD. Puedes empezar a pensar en términos como: "Vaya, todavía me quiere y me perdona, incluso cuando meto la pata". "Tienes razón, siento mucho haberte cuestionado". "Quieres lo mejor para mí, así que tienes razón". Este baile de ida y vuelta de duras críticas y disculpas exageradas es el pegamento que forma el vínculo traumático. 4. Manipulación y Gaslighting Éstas son dos formas de abuso psicológico que se ven a menudo en los vínculos traumáticos y que, en última instancia, hacen que las víctimas cuestionen su realidad y su percepción. Los "gaslighters" nunca se responsabilizarán completa y honestamente de sus comportamientos, y tienden a echar la culpa a la otra persona. Es muy común que de repente parezcan calmados, tranquilos y serenos una vez que han llevado a su objetivo a su punto de ruptura. El gaslighting es un comportamiento de libro de texto entre los tipos comunes de abusadores como narcisistas, sociópatas y psicópatas. Defenderse o desafiar al maltratador a menudo puede parecer que nunca se conseguirá nada bueno, lo que a veces conduce a un maltrato reactivo por parte de la víctima. Este término se refiere a los comportamientos aparentemente abusivos cometidos hacia el opresor por rabia cegadora, supervivencia o preservación psicológica. Es normal que las víctimas que participan en el abuso reactivo se sientan extremadamente culpables y preocupadas cuando su comportamiento se vuelve físico, lo que lleva al objetivo del abuso a cuestionar aún más su identidad, principalmente porque el tipo de abusador gaslighting busca aislarte de cualquier cosa y cualquier persona que te dé una sensación de seguridad, normalidad o independencia. 5. Resignación y abandono Al tratar con un vínculo traumático, es muy común que las víctimas de abuso comiencen a rendirse en algún momento para evitar más conflictos. La respuesta traumática de "cervatillo", o los comportamientos de regateo y de complacer a la gente, pueden garantizar que la relación se mantenga algo estable. Las víctimas pueden tener cierta conciencia de que están siendo manipuladas, pero esa pequeña conciencia puede no ser suficiente para salir de la relación todavía, porque la víctima puede seguir cuestionándose si tiene o no la culpa del comportamiento del maltratador. Dependiendo de la duración de la relación y de la naturaleza del maltrato psicológico, la víctima suele volverse más dependiente del maltratador para evitar más conflictos, casándose, teniendo hijxs o volviéndose más dependiente emocional y económicamente de su pareja. Hay muchas razones por las que una persona maltratada no puede marcharse fácilmente, entre ellas la preocupación por su seguridad. Es natural temer que el comportamiento de un maltratador se intensifique cuando siente que está perdiendo el control cuando la víctima amenaza con irse o sale por la puerta. Las cosas pueden escalar y volverse físicas. 6. Pérdida de sí A lo largo de las etapas de un vínculo traumático, se produce una pérdida progresiva del sentido del yo, que conlleva un dolor tremendo y una desconexión del mundo que una vez conocimos. Las personas que abandonan relaciones abusivas pueden no parecerse a su yo habitual debido a la pérdida de su propia identidad y de sus límites personales. Los vínculos traumáticos pueden ser increíblemente aislantes, ya que se pueden perder muchas de las conexiones sociales debido a los cambios de identidad propia que ya no coinciden con lo que las personas cercanas están acostumbradas. Este nivel de destrucción psicológica puede llevar a una pérdida total de confianza e incluso a ideas suicidas. Para muchas personas, esta tortura emocional, la vergüenza y la culpa se acumulan durante años, lo que puede hacer que sea muy difícil de afrontar y seguir adelante. 7. Adicción al ciclo A menudo, en los vínculos traumáticos, las etapas pueden ser cíclicas; después de un conflicto importante, puede haber un período de enfriamiento o luna de miel. En este momento de paz, el agresor puede disculparse y comenzar de nuevo el proceso de bombardeo amoroso, lo que hace que la víctima se sienta aliviada y deseada, reforzando así positivamente la dependencia de este ciclo abusivo. Por el contrario, el maltratador puede cerrarse por completo, volverse evasivo y retener todo el amor, el afecto y la atención como forma de presionar u obligar a la víctima a disculparse. Cuando la responsabilidad y la culpa recaen sobre la víctima, ésta puede llegar a extremos para recuperar el favor de su agresor. Al hacerlo, la víctima tiene la falsa sensación de que tiene el control, y puede llegar a la conclusión de que el maltratador debe quererla de verdad cuando consigue recuperarla, lo que refuerza la idea de que la culpa es de la víctima. Recuerda: NO ESTAMOS POR ELECCIÓN EN ESTE TIPO DE VÍNCULOS. Por lo cual si tú o alguien que te rodea está en este tipo de relaciones, recuerda que no es posible salir solo o sola de ellas y que es necesario recurrir a ayuda profesional que te permita proteger tu vida y tu sentir. ¿Ya viste la NUEVA PROGRAMACIÓN DE EVENTOS? SE VIENE UNO EN ABRIL. RESERVA YA en nuestros Psicoprogramas. ¿Viste los últimos videos? Descúbrelos aquí. Carolina Psicoterapeuta

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