A story in Stockholm: Humanitarian work and self-care. English below.
Hace uno días nos invitaron a participar en el encuentro anual de Civil Rigths Defenders en Estocolmo a liderar espacios de movimiento y autocuidado. No puedo estar más que agradecida y conmovida. Me ha re-movido muchos sentidos y la convicción de que la humanidad cuenta con representantes valientes, valerosos y amorosos con el potencial de transformar y dignificar la historia. En realidad siempre lo han hecho las mujeres y los hombres que con su movilización y compromiso sociopolítico nos permiten hacer, creer, existir y resistir por y para vivir en toda dignidad.
En el vuelo de regreso a casa pensaba en todo lo vivido y en todo el amor y dedicación que el equipo de Civil Rigths Defenders puso en hacer realidad un encuentro con tanta empatía y profesionalismo. Trabajar en contextos de ayuda humanitaria presenta numerosos retos que repercuten significativamente en el bienestar y la salud mental del personal. El personal humanitario puede verse expuesto tanto a los retos internos típicos de un lugar de trabajo, como la ansiedad relacionada con el trabajo y el estrés por exceso de trabajo, como a los dictados por las complejidades de trabajar en contextos difíciles y con personas muy vulnerables. Sin el apoyo adecuado, cuando el personal se ve desbordado por el estrés, las consecuencias para su salud mental y física pueden ser graves.
Desafíos para la salud mental del personal humanitario:
Es difícil convivir constantemente con historias de dificultades y angustia. Piensa tan solo en lo que el cuerpo, las emociones y el alma experimentan al tener que presenciar de manera constante el dolor, las injusticias y la violencia que experimentan millones de personas y seres vivos en tantos rincones de este planeta. Experimentarlos y ser testigos sin poder hacer más que lo urgente y lo que se puede en escenarios de reacción inmediata.
Muchas personas que trabajan en contextos humanitarios experimentan sentimientos de fatiga por compasión, agotamiento y ansiedad, así como una profunda tristeza, impotencia y la desesperación de no poder apoyar a todas las personas que requieren ayuda. Dado que trabajar en una organización humanitaria es emocionalmente exigente, puede resultar difícil mantener un equilibrio entre los límites profesionales y personales, especialmente para el personal que ha experimentado desplazamientos forzosos o situaciones de angustia. A menudo, pueden revivir sus experiencias traumáticas a través de las personas a las que sirven.
He visto en mi trabajo con personal de asistencia humanitaria, cómo ellos y ellas pueden sentirse culpables por tomarse descansos, salir con los amigos o pasar tiempo con la familia. La abrumadora carga de trabajo y los conflictos laborales internos pueden hacer que el estrés normal sea inmanejable, provocando depresión, ansiedad y agotamiento, problemas de los que puede llevar mucho tiempo recuperarse y que a menudo hacen que abandonen la organización. Le puede pasar a cualquiera, independientemente de su nivel de energía o de sus recursos.
Prevenir los problemas de salud mental relacionados con el trabajo a través de la atención al personal
Mientras que los programas MHPSS (Mental Health and Psychosocial support) se desarrollan principalmente para apoyar a las personas a las que servimos como trabajadores(as) en contextos de asistencia humanitaria, la atención al personal presenta un deber de cuidado y salvaguarda del bienestar físico, mental, emocional, espiritual y psicosocial de los(as) empleados(as). Entre las medidas clave cabe citar la sensibilización sobre la importancia de la salud mental entre directivos(as) y empleados(as), la mejora de los conocimientos sobre salud mental y la reducción del estigma contra los problemas de salud mental en el trabajo. Reforzar la capacidad de los(as) directivos(as) para reconocer y abordar los problemas de salud mental dentro de sus equipos puede servir como un enorme factor de protección.
Paradójicamente, en los contextos humanitarios, todavía estamos bastante atrasados en el reconocimiento de lo importante que es cuidar del personal: somos tan buenos ayudando y defendiendo a las comunidades más necesitadas, pero a menudo, los(as) colegas que implementan nuestros programas, son invisibles en sus luchas.
Promover y proteger la salud mental en el lugar de trabajo también requiere invertir en intervenciones individuales, como grupos de apoyo entre iguales, formación en Primeros Auxilios Psicológicos (PFA), coaching y escucha de apoyo. Estas actividades reforzarían la capacidad de las personas para hacer frente y adaptarse a los innumerables retos y tensiones que nos plantea el trabajo, pero también para aprender a apoyar mejor a sus compañeros(as).
Aunque se han hecho progresos significativos, hay que seguir trabajando. Un entorno laboral propicio que facilite el acceso a los recursos de bienestar mejora la productividad, fomenta la retención del personal y ofrece un mejor apoyo a las personas atendidas.
Quiero agradecer a Civil Rigths Defenders por su confianza en nuestro equipo y en el trabajo que por 32 años hemos venido haciendo en HealthNet TPO.
En Ella Migra seguimos en el compromiso de apoyarte emocionalmente. No dudes en escribirnos si tienes una historia que contarnos sobre esto. Te recomiendo que revises más post de este tema AQUÍ
Te abrazo y te espero en nuestros espacios terapéuticos. ¿Viste los últimos videos?
Descúbrelos aquí.
Psicoterapeuta
A story in Stockholm: Humanitarian work and self-care.
A few days ago we were invited to participate in the annual meeting of Civil Rights Defenders in Stockholm to lead spaces for movement and self-care. I can only be grateful and deeply moved. It has re-moved in me many emotions and the conviction that humanity has brave, courageous and loving representatives with the potential to transform and dignify history. In fact it has always been the women and men who, through their mobilisation and socio-political engagement, help us to live with dignity.
On the flight back home I was thinking about all the experiences that the participants shared with each other at the event throughout the activities. Working in humanitarian aid contexts presents many challenges that have a significant impact on the well-being and mental health of staff. Humanitarian staff can be exposed to both the typical internal challenges of a workplace, such as work-related anxiety and overwork stress, and those dictated by the complexities of working in difficult contexts and with highly vulnerable conditions. Without adequate support, when staff are overwhelmed by stress, the consequences for their mental and physical health can be severe.
Mental health challenges for humanitarian staff:
It is difficult to constantly live with stories of suffering and distress. Just think of what it does to the body, emotions and soul to constantly witness the pain, injustices and violence experienced by millions of people and living beings in so many corners of this planet. Experiencing and witnessing them without being able to do more than what is urgent and what can be done in immediate reaction scenarios.
Many people working in humanitarian contexts experience feelings of compassion fatigue, exhaustion and anxiety, as well as deep sadness, helplessness and the despair of not being able to support all the people who need help. Because working in a humanitarian organisation is emotionally demanding, it can be difficult to maintain a balance between professional and personal boundaries, especially for staff who have experienced forced displacement or distress. Often, they may relive their traumatic experiences through the people they support.
I have seen in my work with humanitarian aid workers how they can feel guilty about taking breaks, going out with friends or spending time with family. Overwhelming workloads and internal work conflicts can make normal stress impossible to manage, leading to depression, anxiety and burnout - problems that can take a long time to recover from and often cause them to leave the organisation. It can happen to anyone, regardless of their energy level or resources.
Preventing work-related mental health problems through staff care:
While MHPSS (Mental Health and Psychosocial support) programmes are primarily developed to support the people we serve as workers in humanitarian aid contexts, staff care presents a duty of care and safeguards the physical, mental, emotional, spiritual and psychosocial well-being of employees. Some key measures include raising awareness of the importance of mental health among managers and employees, improving mental health literacy and reducing stigma against mental health problems at work. Strengthening the capacity of managers to recognise and address mental health problems within their teams can serve as an enormous protective factor.
Paradoxically, in humanitarian contexts, we still remain quite behind in recognising how important it is to care for staff: we are so good at helping and advocating for communities in need, but often the colleagues who implement our programmes are invisible in their struggles.
Promoting and protecting mental health in the workplace also requires investing in individual interventions, such as peer support groups, Psychological First Aid (PFA) training, coaching and supportive listening. These activities would strengthen people's ability to cope with and adapt to the innumerable challenges and stresses we face at work, but also to learn how to better support their colleagues.
Although significant progress has been made, more needs to be done. A supportive work environment that facilitates access to wellness resources improves productivity, encourages staff withholding and provides better support for those in care.
I would like to thank Civil Rigths Defenders for their confidence in our team and the work we have been doing at HealthNet TPO for 32 years.
Comments