Tener una rutina matutina óptima puede parecer una prisión. Pero es una creencia falsa. Sólo a través de rutinas y hábitos diarios puedes crear beneficios a largo plazo para tu vida y tus proyectos.
En lugar de ver las rutinas y una mañana estructurada como una carga, entiende que tus recursos más valiosos - tu mente y tu cuerpo - deben ser priorizados. Así que, si crees que tu recurso más preciado merece que inviertas las mañanas en él, sigue leyendo las siguientes recomendaciones:
Priorizar el sueño: La base del bienestar. Dormir bien es la piedra angular de la salud y el bienestar general. Hoy te hago hincapié en la importancia de dormir entre 7 y 9 horas de calidad cada noche. Aplicar buenas prácticas de higiene del sueño, como evitar las pantallas antes de acostarse y crear un entorno propicio para el sueño, puede mejorar significativamente la calidad del sueño.
Empieza con un desayuno: Un desayuno saludable es una parte importante de la rutina matutina. Consumir una comida rica en proteínas, grasas saludables y carbohidratos complejos para ayudar a proporcionar energía sostenida durante todo el día. Por supuesto hay quienes prefieren hacer ayunos y consumir su primer alimento al almuerzo; esto sólo podrá decidirse según las condiciones y deseos corporales de cada quien, y por supuesto, de la supervisión médica y nutricional. Yo prefiero no cenar y consumir un adecuado desayuno y almuerzo.
Abrazar la actividad física: Energía en tu cuerpo y tu mente. El ejercicio regular es un pilar fundamental del bienestar. Sugiero realizar diversas actividades, como ejercicios cardiovasculares, de fuerza y de estiramiento. El dar prioridad a la actividad física, puede aumentar tus niveles de energía, mejorar la salud cardiovascular y potenciar la función cognitiva. NO se trata de ir al gimnasio ni nada de eso; se trata de tomar momentos en el día de movimiento regulado, pausado, meditativo y continuo y eso puede ser en la casa, en la caminata entre labores, etc.
Controlar el estrés: Cultivar la contemplación. El estrés puede afectar al bienestar físico y mental. Quiero hacer hincapié en la importancia de encontrar formas saludables de controlar el estrés. Prácticas como la atención plena, la meditación, la escritura, la psicoterapia y el yoga pueden ayudar a reducir los niveles de estrés y promover una sensación de calma y equilibrio.
Hidratación: Sacia la sed de salud de tu cuerpo. Una hidratación adecuada es vital para el bienestar general. Es importante beber al menos 8 vasos de agua al día y evitar las bebidas azucaradas. Mantenerte adecuadamente hidratado(a) favorece unas funciones corporales óptimas, facilita la digestión y ayuda a mantener una función cognitiva clara.
Exposición a la luz solar: aprovecha el poder de la luz natural. La exposición regular a la luz solar ofrece numerosos beneficios para el bienestar. Sugiero pasar al menos 15-20 minutos al sol cada día, con la protección solar adecuada. La exposición a la luz solar ayuda a regular los ritmos circadianos, mejora el estado de ánimo y favorece la síntesis de vitamina D. Incluso si estamos en invierno y el sol no asoma, es necesario recibir la poca luz que pueda llegar.
Cultivar las conexiones sociales: Cultivar los vínculos para el bienestar. Unas relaciones sociales fuertes son fundamentales para el bienestar general. Entabla conversaciones significativas, comparte experiencias y crea una red de apoyo que eleve y refuerce tu bienestar.
Respiración consciente: Inspirar, espirar y prosperar. La respiración consciente es una herramienta poderosa para reducir el estrés, la ansiedad y mejorar el bienestar general. Recomiendo dedicar unos minutos al día a concentrarse en la respiración, permitiéndote estar plenamente presente en el momento. Esta sencilla práctica puede producir una sensación de calma y mejorar la claridad mental.
Exposición al frío. Exponer el cuerpo a temperaturas frías puede tener varios beneficios para la salud. Ducharse con agua fría o sumergir el cuerpo en una piscina o bañera fría durante unos minutos cada mañana ayuda a mejorar la circulación, reducir la inflamación, estimular el metabolismo y proteger la salud. Empieza con una ducha fría rápida de 15 segundos y luego aumenta el tiempo añadiendo 10 segundos cada mañana. Puedes encender la temperatura una vez que hayas conseguido tus pocos minutos helados.
Gestión del tiempo frente a la pantalla: Desconectar para recargar. Pasar demasiado tiempo frente a una pantalla puede afectar negativamente al bienestar. Aprende a reducir el tiempo dedicado a los dispositivos electrónicos y reorientar la atención hacia actividades como la lectura, el ejercicio y pasar tiempo de calidad con los seres queridos. Equilibrar el tiempo que pasamos frente a la pantalla fomenta una mayor interacción con el mundo que nos rodea y favorece el bienestar mental y emocional.
Incorporar estos hábitos saludables: Pequeños pasos, transformación duradera. Al integrar estos diez hábitos saludables en tu rutina diaria, tienes el poder de transformar tu salud y bienestar general. Empieza incorporando un hábito cada vez, permitiéndote adaptarte gradualmente. Los pequeños cambios pueden tener un impacto significativo y, con la práctica constante, estos hábitos se convertirán en una segunda naturaleza, lo que conducirá a una transformación duradera.
10 hábitos para mejorar tu bienestar: Pequeños pasos, transformación duradera.
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Psicoterapeuta
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